18/1/09

¿ Política o Politiquería?


Escrito por John Parada y Luis Eduardo Bastías. (Chile Primero Valparaiso)

Cuando la gente dice que no le interesa la política lo que quiere decir es que no le interesa la politiquería, esa suerte de competencia pública de descalificaciones e insultos en la que caen tarde o temprano la gran mayoría de los personeros públicos.

La verdadera Política es el Servicio Público, es una actividad en la que se hace más de lo que se habla y cuando se habla es para producir un beneficio para el país, no para desprestigiar al otro.

Recientemente hemos sido testigos en la prensa de un penoso intercambio de descalificaciones entre Pepe Auth, Sebastián Piñera y Camilo Escalona. Este episodio no tiene nada novedoso, corresponde a otro round más de aquello que estamos acostumbrados a presenciar: la política entendida como "opinología" barata.

Aunque la democracia se fundamenta en el debate, éste puede ser sano y constructivo, ya que el auténtico debate es un diálogo en el que se contraponen ideas y puntos de vista; se discute, pero en el sentido más alto del término. Se puede discrepar y manifestar abiertamente esa discrepancia, pero para ello no se necesita desprestigiar a la contraparte y menos cuando se lo intenta usando falacias por todos detectables.

Ese show mediático de descalificaciones mutuas, antiguamente funcionaba al menos como una forma de llamar la atención. En un contexto en que todos los famosos eran muy formales y bien portados, llamaba la atención que dos figuras públicas se enfrentaran sacando los trapitos al sol.

Sin embargo, en la actualidad, en circunstancias que la chabacanería se ha apoderado de los medios y la farándula hace noticia no por la calidad de los espectáculos que brinda sino por el espectáculo chatarra de la opinología, la gente ya no ve novedad en que dos famosos se insulten mutuamente. Por el contrario, la excepción se ha transformado en la norma.En cambio, hoy en día lo novedoso sería que los famosos se comportaran como gente decente y educada, que debatieran con altura de miras y que se concentraran más en trabajar que en hablar por hablar.

Un claro ejemplo de ello es el técnico de fútbol Marcelo Bielsa. La gente tiene una gran percepción de su trabajo, no sólo por los logros que ha acumulado, no sólo porque proyecta la imagen de ser un hombre estudioso y trabajador, sino que también – y por este motivo lo mencionamos aquí – porque no se dedica a la opinología.En definitiva, el público ya está hastiado de la majadería mediática.

Lo que antaño funcionó por ser novedoso ya no lo es más y, al contrario, lo novedoso ahora es no caer en el discurso degradado.

Por lo mismo, el día que los políticos se dediquen a hacer su pega, como auténticos servidores públicos, en lugar de disparar una artillería de sandeces cada vez que se presenta la oportunidad, las personas que están desencantada de la política volverán a ella con entusiasmo, porque sentirán que ésta - al fin - ha recobrado su espíritu y que - finalmente - hay espacio para desarrollar una auténtica vocación de servir a la patria y a su gente.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gran reflexión. Solo agregaría que los espacios se recrean a partir de quienes queremos cambiar las cosas. No esperemos que otros hagan lo que tenemos que hacer nosotros. Fuerte y Claro.