5/6/08
Un grave y serio problema
Después de lo acontecido ayer miércoles, el ahora indefinido Paro de Camioneros y la enorme Movilización de los Estudiantes, ya no hay forma de sostener que las cosas se están haciendo bien. Y esto que de primeras parece obvio, es digno de ser meditado a fondo para comprender qué es aquello que está en juego.
Por un lado tenemos el tema económico, el cual es consecuencia directa del modelo neoliberal imperante, por ende de la globalización y su crisis económica y por otro lado, el problema de la educación que se divide principalmente en la calidad de ésta y en lo (para variar) netamente económico, tanto del lucro, como del manejo de los recursos públicos.
En el aspecto económico, el problema es SERIO.
Por un lado está el Gobierno que ha despilfarrado los recursos de una manera horrible producto de una pésima gestión y actos de corrupción incluidos. Si bien la calidad de vida ha mejorado, se podrá argüir, esto no es más que el producto natural del modelo de libre mercado que pone al alcance del ciudadano las ventajas del consumismo. Sin embargo las desventajas de este estado de cosas es mayor puesto que la gran mayoría está endeudada o sobre endeudada para poder ponerse a la altura de lo que le exige el modelo.
En el ámbito industrial y empresarial el tema no es menor, acá podemos citar por ejemplo la ausencia de políticas energéticas. El excesivo aumento de la energía (el gas, la electricidad, el petróleo y sus derivados) ha provocado el cierre de industrias y el traslado de otras a países vecinos. El Paro de Camioneros es pues, el producto necesario de ese actual estado de cosas por ejemplo.
Por otro lado está la Concertación que no se atreve bajo ningún punto de vista a cambiar en sus puntos esenciales el modelo económico implantado en 1975, corregido en 1985 y finalmente validado en 1990. Si bien no nos podemos sustraer ya al libre mercado, no es posible que la riqueza esté distribuida de manera tan desproporcionada. Los accesos por parte de la ciudadanía a los derechos básicos como la Salud y la Educación se ven restringidos del mismo modo desproporcionado, agravado esto por la deficiente educación pública. (En tanto no desarrollemos científicos a granel, ingenieros y técnicos con campo laboral seguro, la mano de obra no podrá validar su producción en su real valor. El actual sistema de educación público no enfoca este problema y permite que nuestros jóvenes no valoren el Conocimiento).
Y por otro lado está la Derecha, la Alianza con su visión neoliberal capitalista que solo privilegia el lucro de las “empresas educacionales”. Tampoco está interesada en cambiar un ápice el actual modelo económico desproporcionado y menos que nuestros jóvenes, puedan educarse del mismo modo que quien tiene los recursos de sobra. La consigna del lucro a llegado a tal punto que el solo hecho de pensar que la mano de obra pueda acceder a los beneficios de la riqueza del libre mercado, hace poner el grito en el cielo de quienes quieren proteger a toda costa este patrimonio tan codiciado de la riqueza.
Es acá donde se vinculan de modo impresionante (y obvio) ambos problemas, el de la Educación y el Económico. Producto del actual estado de cosas, acontece que nuestros mismos estudiantes se han dado cuenta del grave problema en el que está sumida la Educación, la calidad de su Educación. Si no son educados con las herramientas necesarias para acceder a la enseñanza universitaria, ¿cómo podrán mejorar entonces su condición económica?
Nuestros muchachos están gritando su impotencia ¿y qué es lo que hace nuestro Gobierno y qué hacen nuestros políticos? Se lavan las manos y pretenden votar una ley que no corrige en nada el problema de la calidad y el lucro. Proponen por medio de esta ley instituciones que velen por ambos aspectos, pero no establecen el cómo siquiera. Por favor, lo primero es ponerse de acuerdo en lo que queremos que signifique “educación” y luego desarrollemos un modelo a través del cual implementarlo. Luego sométase a votación., pero no se vote una ley que lo único que hace es darle continuidad a la LOCE.
El problema de la educación es por tanto, GRAVE.
Si como ciudadanos nos interesa el futuro de nuestros niños y por ende el futuro de nuestro país, es urgente que tomemos medidas para conseguir cambios reales que apunten directamente a la raíz de lo que nos afecta de manera negativa para el desarrollo y el crecimiento. Esto se puede conseguir en tanto la ciudadanía adopte un rol activo, con propuestas y con exigencias. Nuestros estudiantes y nuestros camioneros ya lo están haciendo del único modo que pueden hacerlo. Ni aún así logran cambiar este estado de cosas. Exijamos pues que nuestras autoridades cumplan su tarea de óptima manera y por medio del voto tratemos de buscar las mejores alternativas... si no cumplen, la ciudadanía puede pedir que se renueven. Es la única forma de conseguir un verdadero cambio a favor, pues con la apatía las cosas solo se tornarán peor. Es lo que nos ha mostrado la historia de nuestro país… cuando el transporte y los estudiantes comienzan a alzar la voz siempre ha sido una muy, muy mala señal.
Fernando Ansieta
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